Nono, uno de los pueblos más antiguos de la región
Entreteje historias y leyendas
Entreteje historias y leyendas
Está ubicado en el Departamento San Alberto, provincia de Córdoba y pertenece al área turística del Valle de Traslasierra, a 8 Km. de Mina Clavero.
Su nombre es de tradición aborigen y significa “pechos de mujer” haciendo alusión a dos cerros que se encuentran uno junto al otro y que se pueden ver desde el pueblo.
Hace unos 6.000 años la zona tenía una población integrada por comunidades de las culturas de los comechingones y sanavirones.
Nono fue el último asentamiento indígena de la zona y hasta el día de hoy se pueden observar vestigios de su pasado.
¿De donde proviene su nombre?
Circulan distintas versiones que lo explican. Elegimos dos de ellas, que oscilan entre la leyenda o el mito y queremos compartirlas.
La primera. Asegura que una mujer “comechingón” dio a luz un niño varón. Según el sacerdote del sol, este niño estaba llamado a ser un personaje importante dentro de la comunidad. En su casa de piedra, el niño se desarrollaba bien gracias a la leche de “los ñuños” (pechos) de su madre.
Un día ya hecho todo un hombre y luego de cruzar el río, se encontró con dos lomas redondas e idénticas, una al lado de la otra, como si fueran senos geológicos, entonces grito:
“ÑU-ÑU” aquí voy a fundar mi pueblo.
La segunda. Afirma que un cacique “comechingón” tenia una mujer de belleza y gracia deslumbrante que acababa de dar a luz cuando llegaron los Españoles.
Cuando la mujer estaba amamantando a su bebe, un soldado comenzó a perseguirla, ella corrió hasta que no tuvo mas fuerzas y cayo boca arriba con los pechos descubiertos y su hijo en brazos.
El cacique vio la escena desde lejos y pensando que el soldado español estaba violando a su esposa no dudó en arrojar su lanza que finalmente cayó sobre la mujer.
El pueblo comechingón la lloró por varios días suplicando a los dioses que dejaran una señal para recordarla eternamente.
Un tiempo después aparecieron sobre la tierra dos lomas paralelas y redondas:
ÑU-ÑU le llamaron los aborígenes y NONO los españoles.
Nadie se resiste a Nono… quién alguna vez estuvo ahí, lo sabe. Quién no lo conoce todavía, por favor, no deje pasar mucho tiempo…
Su nombre es de tradición aborigen y significa “pechos de mujer” haciendo alusión a dos cerros que se encuentran uno junto al otro y que se pueden ver desde el pueblo.
Hace unos 6.000 años la zona tenía una población integrada por comunidades de las culturas de los comechingones y sanavirones.
Nono fue el último asentamiento indígena de la zona y hasta el día de hoy se pueden observar vestigios de su pasado.
¿De donde proviene su nombre?
Circulan distintas versiones que lo explican. Elegimos dos de ellas, que oscilan entre la leyenda o el mito y queremos compartirlas.
La primera. Asegura que una mujer “comechingón” dio a luz un niño varón. Según el sacerdote del sol, este niño estaba llamado a ser un personaje importante dentro de la comunidad. En su casa de piedra, el niño se desarrollaba bien gracias a la leche de “los ñuños” (pechos) de su madre.
Un día ya hecho todo un hombre y luego de cruzar el río, se encontró con dos lomas redondas e idénticas, una al lado de la otra, como si fueran senos geológicos, entonces grito:
“ÑU-ÑU” aquí voy a fundar mi pueblo.
La segunda. Afirma que un cacique “comechingón” tenia una mujer de belleza y gracia deslumbrante que acababa de dar a luz cuando llegaron los Españoles.
Cuando la mujer estaba amamantando a su bebe, un soldado comenzó a perseguirla, ella corrió hasta que no tuvo mas fuerzas y cayo boca arriba con los pechos descubiertos y su hijo en brazos.
El cacique vio la escena desde lejos y pensando que el soldado español estaba violando a su esposa no dudó en arrojar su lanza que finalmente cayó sobre la mujer.
El pueblo comechingón la lloró por varios días suplicando a los dioses que dejaran una señal para recordarla eternamente.
Un tiempo después aparecieron sobre la tierra dos lomas paralelas y redondas:
ÑU-ÑU le llamaron los aborígenes y NONO los españoles.
Nadie se resiste a Nono… quién alguna vez estuvo ahí, lo sabe. Quién no lo conoce todavía, por favor, no deje pasar mucho tiempo…
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