Jardinería Ecológica

Jardinería Ecológica

Los jardines silvestres son espacios destinados a la conservación de la flora y fauna espontánea de una región. Quienes disfrutan de estos predios tienen como premisa dejar que la naturaleza se exprese según su propia necesidad.Son espacios de mucha vitalidad, donde se pueden percibir los ciclos biológicos de los cuales formamos parte.Dichos espacios silvestres pueden integrar la totalidad del predio dando la posibilidad de recorrer los mismos por senderos o en algunos casos limitarse a formar cercos o pequeñas islas para delimitar espacios de uso o simplemente canteros.Generalmente requieren mínimo mantenimiento ya que las plantas espontáneas están totalmente adaptadas a las condiciones climáticas del lugar y no necesitan ser regadas más que por la lluvia, no necesitan ser fertilizadas ni fumigadas ya que están creciendo en armonía con su entorno y por eso los insectos prácticamente no las dañan, sino que las podan ligeramente para poder ellos también cumplir su misión.Al conservar un ”pedacito de la sierra” en nuestras propiedades contribuimos a generar corredores biológicos urbanos y peri urbanos donde muchos animales encuentran refugio.Estos jardines contribuyen a mantener más fresco el aire, a reducir la velocidad de los vientos, a captar y retener mayor cantidad del agua de las precipitaciones y por ende a evitar la pérdida de suelos y las inundaciones producidas por arrastre de agua en terrenos con pronunciadas pendientes.Permiten conservar a nivel urbano “aquello” que muchos valoramos cuando elegimos la Villa de Merlo como lugar de residencia. Es importante en este contexto reflexionar la implicancia del uso del término agronómico “maleza” o “mala hierba” que se aplica comúnmente al referirse a nuestro”patrimonio vegetal” cuando éste mismo no se circunscribe a “reservas naturales” propiamente dichas. Se designa como ”maleza” a toda planta que crece en un lugar que no es deseado, por lo tanto se considera maleza por ejemplo, al girasol cuando crece en un sembradío de maíz.La pregunta que surge es: ¿por qué no deseamos convivir con aquello que sí valoramos en otro ámbito?El soltar el control habitual hacia la naturaleza, el confiar en su propio movimiento, implica un cambio profundo a nivel personal, implica dar lugar, permitir que lo profundo, lo interno, lo natural en nosotros mismos, encuentre también la libertad necesaria, el espacio para crecer y expresarse.
Ing. Agrónomo Diego J. Harari - Consultas: (02656) 478 782