lunes, 29 de noviembre de 2010

Mindfullness


Por Lic. Anahí Inda/ Darío Calderone Nicola- Counselor
Desde Occidente, la psicóloga Ellen Langer es quien ha usado la palabra Mindfulness “para aludir a la aptitud del ser humano para ser reflexivo en vez de automático ante la experiencia y las acciones propias, y para conocer diversas modalidades de interpretación de las situaciones”.
Ya la Fenomenología con Husserl, ha intentado llegar a la experiencia misma, su “volver a las cosas mismas” a través del método fenomenológico que intenta describir antes que explicar, desde una actitud de “poner entre paréntesis” epojé significando este termino como “la suspensión del juicio acerca del valor de la existencia de lo que se me da en la conciencia en actitud natural, para contemplarlo con una actitud reflexiva, que tiene por objeto el análisis de la intencionalidad de la conciencia, los modos de darse las cosas ante su conciencia, para captar su esencia.”
Desde Oriente en las enseñanzas de Gautama Buda, Sati, representa tener conciencia de los pensamientos, acciones y motivaciones de uno mismo, significando “claridad de mente”. El sati juega un papel central, en ellas se afirma, que experimentar la conciencia clara, es un factor esencial en el camino de la liberación del individuo.
Como vemos, desde diferentes caminos, se intenta llegar a la experiencia misma, a salirse del individuo automático para tomar conciencia del individuo que toma conciencia de que es él quien piensa, de darse cuenta de que se da cuenta.

Aquí Mindfullness la traducimos como “presencia plena”; término tomado del marco del budismo, que deriva del término sati, entre otros; que en el sentido budista clásico alude simplemente a estar presente en la propia experiencia.
Esta práctica, permite centrarse en la actualidad de la conciencia, en la que cada pensamiento, sentimiento, sensación que va surgiendo en el campo de la misma, es reconocido y aceptado debido a la atención plena de la propia conciencia, tomando a los mismos como lo que “son”, sin evaluación ni juicio alguno.
En esta práctica hacemos referencia a dos componentes de la conciencia:
* El primer componente implica autorregular la atención, de modo de poder mantenerla en la experiencia inmediata, para ir reconociendo los eventos y procesos mentales en el momento presente. Estando alerta, siendo en sí misma una forma de experiencia.
* El segundo componente, consiste en tomar una determinada orientación hacia las experiencias del momento presente, estando en situación de apertura, aceptación, curiosidad.

En palabras de Francisco Varela (“De Cuerpo Presente”1992) nos estamos refiriendo a la Presencia Plena-Conciencia Abierta (awareness).
La psicología Cognitiva y Positiva ha estudiado el sati, y lo ha incluido como instrumento ha ser utilizado para la reducción del stress, para la modificación de las emociones negativas, como así también, para poder reducir la rumiación de los pensamientos.
¿Cómo se desarrolla la presencia plena/conciencia abierta?
Lo podemos comprender como un aprendizaje de buenos hábitos, como si adiestráramos un músculo que luego, y en la medida de la práctica, puede ir realizando tareas más esforzadas y prolongadas sin fatigarse.
O también como el estado natural de la mente, que ha sido obnubilada por los patrones adquiridos. La mente no dirigida trata, en su movimiento constante, de aferrarse a pensamientos, sentimientos y conceptos como si fueran terreno sólido. Cuando estos automatismos se quiebran, se comienza a estar en otra actitud interna, la de observación sin juicio y de autoconocimiento.
Se busca una reflexión alerta, corpórea y no abstracta, es decir la reflexión no es sobre la experiencia es la experiencia misma, es una forma de experiencia en sí misma, por corpórea nos referimos a unir cuerpo mente.
Esta estrategia nos va permitiendo, en la medida de su práctica, cortar la cadena de pensamientos y de preconceptos habituales y nos abre a otras posibilidades.
Desde estos conceptos, podemos desarrollar hábitos donde el cuerpo y la mente estén plenamente coordinados.
Hoy el concepto de mindfulness es utilizado como un instrumento terapéutico, tomado desde las ciencias cognitivas, que consiste en ir intentando estar atento a nuestros pensamientos, mientras pensamos, atentos a nuestras emociones, mientras las sentimos, atentos a nuestro cuerpo mientras lo percibimos.
Este recurso terapéutico es una integración de conceptos de Oriente y Occidente, ideas milenarias unidas a conceptos científicos. A que se debe la importancia que le damos a nuestra mente pensante, a los pensamientos que vienen y van, que se devanean en la mente, los pensamientos son objetos tan reales y concretos como cualquier otra cosa que podamos ver, por eso es la importancia de poder practicar presencia plena conciencia abierta, esta idea tomada del budismo y hoy desarrollada por las terapias cognitivas como recurso. En qué medida solemos no estar presentes, habitualmente notamos la propensión de la mente a divagar sólo cuando intentamos realizar una tarea mental y la divagación interfiere, o cuando advertimos que hemos concluido una ansiada actividad placentera sin notarlo, y nos damos cuenta que la mente y el cuerpo estaban por lados distintos, no estaban estrechamente coordinados, o que estaba tan identificado con el hacer, que estaba perdido de mi, en el sentido budista no estamos presentes.
El propósito es capacitar la mente para estar presente consigo misma el tiempo suficiente para captar su propia naturaleza y funcionamiento.

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Franz Kafka

No hay necesidad de salir de la habitación. Basta
con sentarse a la mesa y escuchar. Ni siquiera es necesario escuchar, sólo esperar. Ni siquiera hay que esperar, sólo aprender a estar en silencio, quieto y solitario. El mundo se te ofrecerá libremente para ser descubierto. Él no tiene otra alternativa; caerá en éxtasis a tus pies.


 
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