martes, 5 de enero de 2010

Rumi



Rumi, La Danza del Corazón

Cada diecisiete de diciembre desde hace siete siglos, la orden de los derviches danzantes celebra la memoria de su maestro fundador, Yalal ud-Din Rumi, el más grande poeta místico del Islam y, sin lugar a dudas, una de las cumbres de la espiritualidad universal.La personalidad de Rumi, conocido entre sus seguidores con el apelativo de Mawlana: Nuestro maestro, es una de las más atractivas y sugerentes de cuantas haya alumbrado el sufismo, -conjunto de tendencias místicas desarrolladas en el marco socio-cultural del Islam-Varias son las aportaciones que integran el legado de Rumi a la humanidad. Como lírico, un corpus poético de más de cincuenta mil versos, entre los que distingue la reflexión versificada acerca de la verdadera condición humana, considerado hoy en día por millones de musulmanes como una suerte de segundo Corán persa, lengua ésta en la que fue escrito.RumiEn tanto que pir o maestro espiritual, Rumi dejó tras de sí, a su vez, una orden, la Mawlawiya, cuya metodología extatogénica se sustenta en una triple base, a saber, la música, el canto y la danza. Viva aún hoy en día, si bien con notables diferencias respecto de tiempos pretéritos, dicha orden ha sufrido no pocas adversidades a lo largo de su existencia, la última de ellas: la persecución de que fue objeto por las autoridades turcas, en la medianía de los años veinte de este siglo, a consecuencia de la cual estuvo a pique de ser aniquilada, junto al resto de cofradías sufíes.Yalal ud-Din Rumi regala una enseñanza mística que otorga al amor el papel de llave maestra de toda indagación espiritual.Nació el 30/12/1207 en la ciudad de Balj (hoy Afganistán)
Escribió Rumi:"¿Qué puedo hacer, oh musulmanes?, pues no me reconozco a mi mismo. No soy cristiano, ni judío, ni mago, ni musulmán.No soy del Este, ni del Oeste, ni de la tierra, ni del mar.No soy de la mina de la Naturaleza, ni de los cielos giratorios.No soy de la tierra, ni del agua, ni del aire, ni del fuego. No soy del empíreo, ni del polvo, ni de la existencia, ni de la entidad.No soy de India, ni de China, ni de Bulgaria, ni de Grecia.No soy del reino de Irak, ni del país de Jurasán.No soy de este mundo, ni del próximo, ni del Paraíso, ni del Infierno. No soy de Adán, ni de Eva, ni del Edén, ni Rizwán.Mi lugar es el sinlugar, mi señal es la sinseñal. No tengo cuerpo ni alma, pues pertenezco al alma del Amado.He desechado la dualidad, he visto que los dos mundos son uno; Uno busco, Uno conozco, Uno veo, Uno llamo.Estoy embriagado con la copa del Amor, los dos mundos han desaparecido de mi vida;no tengo otra cosa que hacer más que el jolgorio y la jarana".
Fragmento extraído del libro de Yalal ud-Din Rumi, Poemas sufíes, Madrid: Hiperión, 1988.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Franz Kafka

No hay necesidad de salir de la habitación. Basta
con sentarse a la mesa y escuchar. Ni siquiera es necesario escuchar, sólo esperar. Ni siquiera hay que esperar, sólo aprender a estar en silencio, quieto y solitario. El mundo se te ofrecerá libremente para ser descubierto. Él no tiene otra alternativa; caerá en éxtasis a tus pies.


 
Diario Espacios Copyright © 2009 Blogger Template Designed by Bie Blogger Template